Borgoña, conocida por sus paisajes pintorescos y sus viñedos, ofrece una paleta de colores durante la temporada de otoño que sin duda maravillará a los visitantes. Las tonalidades brillantes que emanan de los bosques y las regiones vitícolas son testimonio de una belleza natural impresionante. En este artículo, le presentaremos tres destinos imprescindibles en Borgoña, perfectos para disfrutar plenamente de este festival de colores otoñales en 2023.
El parque natural regional del Morvan
Situado en el corazón de Borgoña, el parque natural regional del Morvan es un verdadero refugio de verdor donde las tonalidades de naranja, rojo y amarillo florecen en otoño. Esta región preservada cuenta con vastos bosques, donde los hayas y los robles se visten de colores brillantes, creando un cuadro viviente cada año.
Los senderos de senderismo del Morvan invitan a explorar este paisaje exuberante mientras que lagos, como el lago de Settons, reflejan el espectáculo cromático en su superficie tranquila. Visitar este parque entre mediados de octubre y principios de noviembre es ideal para admirar todas las variaciones de colores en su máximo esplendor.
Los viñedos de la Côte d’Or
La Côte d’Or, una de las regiones vitícolas más famosas de Borgoña, se transforma en una tela impresionista en otoño. Las filas de vinas se tiñen de dorado y cobrizo, ofreciendo un paisaje encantador, especialmente visible a lo largo de la Ruta de los Grandes Crus. Esta ruta de cerca de 60 kilómetros, que conecta Dijon con Santenay, permite descubrir pueblos pintorescos y dominios vitícolas mientras se admira una paleta de colores cálidos y seductores.
Los momentos elegidos para visitar el Clos de Vougeot o admirar la colina de Corton en sus tonalidades otoñales son especialmente apreciados, cada sitio aportando una atmósfera única a los visitantes. Las vendimias tardías que se llevan a cabo allí también ofrecen una oportunidad privilegiada para explorar la cultura vitícola local mientras se disfruta de la belleza otoñal.
El bosque de Cîteaux
El bosque de Cîteaux, situado cerca de Dijon, es otro lugar encantador para observar los colores de otoño. Con más de 3,600 hectáreas de madera, este bosque revela un auténtico patchwork de colores durante este periodo. Los robles, los hayas, así como otras especies a veces menos conocidas se transforman juntos en un cuadro viviente, cautivando a todos los que se aventuran allí.
Los senderos señalizados de este bosque ofrecen libertad de exploración mientras permiten admirar las vibrantes tonalidades que adornan cada árbol. Las caminatas en bicicleta o a pie permiten observar la fauna local, incluidos ciervos y jabalíes que se dejan admirar en este entorno idílico.
Los tres lugares presentados, a saber, el parque natural regional del Morvan, los viñedos de la Côte d’Or y el bosque de Cîteaux, ilustran cuán privilegiada es Borgoña para los amantes de la naturaleza y de los bellos colores. Cada uno de estos lugares ofrece una experiencia única, marcada por paisajes impresionantes, actividades al aire libre y descubrimientos culturales. Durante una de mis visitas en otoño, tuve la suerte de participar en un día de vendimia en los viñedos de la Côte d’Or. El espectáculo de las vinas doradas, así como el ambiente amigable de la cosecha, añadieron una dimensión memorable a mi descubrimiento de esta región. Estos recuerdos, unidos a la belleza de los paisajes, constituyen momentos inolvidables que siempre atesoraré. El otoño en Borgoña es verdaderamente un evento significativo para los sentidos, alternando entre la emoción de la cosecha y la admiración por un paisaje cambiante, una página de historia en cada temporada. Capturar estas experiencias es parte de un viaje enriquecedor que cada visitante debería considerar cuando el otoño llega suavemente a Borgoña.











