Gars, una aldea pintoresca situada a 70 km al norte de Grasse, accesible por la N85 y luego por las carreteras departamentales D2211 y D84, parece congelada en el tiempo. Acurrucada contra una imponente colina montañosa, esta pequeña aldea antigua encanta por su autenticidad y su calma. Las casas se alzan altas y orgullosas, abrazándose unas a otras bajo el sol radiante.
Una aldea de callejuelas secretas y fuentes refrescantes
La calle principal de Gars conduce a un laberinto de pequeñas callejuelas abovedadas, algunas incluso pasando por debajo de las viviendas. Este laberinto ofrece a los visitantes una verdadera inmersión en la historia, donde cada esquina de la calle cuenta un fragmento del pasado. El silencio del pueblo se interrumpe únicamente por el murmullo de las fuentes y el tumulto de las cascadas vivas que aportan un toque refrescante a este entorno de tranquilidad.
Qué ver y visitar en Gars
Gars alberga numerosos tesoros históricos. Entre ellos, las fortificaciones que atestiguan su pasado defensivo, así como el portal del cementerio, que marca la entrada a un lugar de reposo impregnado de serenidad. La iglesia parroquial y la capilla románica de San Pancracio también son lugares imprescindibles para los aficionados del patrimonio religioso. A esto se suman Notre-Dame y San José, dos edificaciones que refuerzan el aura espiritual de la aldea.
Los apasionados de la historia no dejarán de visitar la casa natal y la tumba de Célestin Freinet, una figura educativa de renombre cuya influencia supera con creces las fronteras de Gars.
Ocio y actividades: un retorno a la naturaleza
Para aquellos que aman el aire libre, Gars ofrece un terreno de juego excepcional. Los amantes del senderismo estarán encantados de recorrer los senderos que conducen a la montaña Charamel o al Mont de Gars. Las caminatas por las pinedas circundantes permiten reconectar con la naturaleza, lejos del tumulto urbano. La pesca también es una actividad muy apreciada en esta región, ofreciendo momentos de tranquilidad junto a los cursos de agua.
Cada inicio de agosto, la aldea se anima con la fiesta patronal de San Salvador, un evento festivo que reúne a habitantes y visitantes en torno a tradiciones locales.
Alojamientos y pueblos vecinos
Para prolongar la experiencia, Gars ofrece varias opciones de alojamiento, que van desde acogedores gîtes hasta alquileres vacacionales auténticos. Los alrededores tampoco carecen de interés. Las aldeas de Amirat (a 6 km), Les Mujoux (a 8 km), Briançonnet (a 9 km) y Saint Auban (a 17 km) ofrecen cada una un encanto distintivo, por descubrir en una escapada en esta región rica en descubrimientos.
Gars es una invitación a la desconexión, un retorno a las fuentes donde el tiempo parece suspendido, ofreciendo a sus visitantes un paréntesis de tranquilidad y serenidad.