A solo 60 km de Niza, enclavado en el valle de la Vésubie, Belvédère se revela a quienes toman la D71 para un último desvío de 5 km. Este pueblo medieval, situado a 800 metros de altitud, domina el valle con una majestuosidad que atrae la mirada de los visitantes y de los rapaces que a menudo sobrevuelan estas altitudes.
un pueblo en el corazón de la montaña
Reconocido entre los alpinistas por su acceso privilegiado a la famosa valle de la Gordolasque, Belvédère se alza con orgullo, orientado al sur. Sus casas de piedras viejas, de tonos rosas y grises, parecen aferrarse a los flancos escarpados de la montaña. Este pueblo, a la vez pintoresco y auténtico, requiere una cierta resistencia para subir las escaleras que conducen a su corazón. Pero el esfuerzo se recompensa rápidamente con callejuelas encantadoras y sinuosas donde las casas, a veces inclinadas, revelan el carácter alpino de su arquitectura.
En la plaza del pueblo, el ambiente es acogedor. Entre los viejos porches y los dos cafés, la iglesia de San Pedro y San Pablo, que data del siglo XVII, vela sobre el lugar con su campanario cuadrado. Desde allí arriba, el panorama es asombroso, ofreciendo una vista de 360 grados sobre las montañas circundantes. Los visitantes, al igual que los montañeros de paso con su mochila, son embriagados por el aire fresco y puro que circula en estas altitudes.
A las puertas de cumbres majestuosas
El valle de la Gordolasque, situado al pie de las cumbres más altas del departamento, como el Gélas (3143 m) o el monte Clapier (3045 m), es un paso ineludible para los senderistas. Este valle, que fue escenario de la película «Belle et Sébastien», atrae cada año a entusiastas de la montaña dispuestos a aventurarse por los senderos escarpados que conducen a las cumbres.
Para los amantes del patrimonio, Belvédère también ofrece tesoros históricos. Entre los vestigios de un castillo condal del siglo XIII, una puerta fortificada y varias capillas, cada paso en el pueblo es una inmersión en el pasado. La iglesia de San Pedro y San Pablo, la capilla Le Planet y la capilla de San Blas son testigos de la historia local por descubrir.
Actividades y alojamientos

Belvédère también es el punto de partida de numerosas rutas de senderismo y equitación, así como de recorridos de alpinismo. El Museo de la Leche, la pesca y los refugios del Club Alpino añaden aún más a la oferta de actividades para los amantes de la naturaleza y la montaña. Para prolongar la experiencia, el pueblo ofrece varias opciones de alojamiento, que van desde hoteles hasta casas de huéspedes, pasando por alquileres vacacionales.
Ciudades y pueblos vecinos por descubrir
Roquebillière (5 km), La Bollène Vésubie (10 km) y Saint Martin Vésubie (12 km) son destinos para explorar cerca de Belvédère, cada uno ofreciendo su propio encanto y patrimonio.